Mini
diálogos de indignación
Falta
de tino Pa
Cuál es la solución a
tanto problema, se preguntaban varios amigos reunidos para ver el clásico entre
las Chivas y los Pumas. Preocupados por la información sobre las leyes
secundarias que se aprobarán seguramente, por la ola de asesinatos y raptos en
estados donde antes no eran noticia alarmante, por la incapacidad de la policía
para resolver los crímenes, por la falta de empleo y demás males, cada uno
proponía soluciones que ya de tan enunciadas continuamente se convertían en
expresiones comunes que a nadie convencían.
El chiquillo de escasos cinco años que estuvo
muy atento viendo el juego, pero oyendo
las quejas de los adultos, decidió decirle
después a su papá lo que se le había ocurrido.
-
Es falta de tino Pa, -dijo tomando la mano de su papá para atravesar
la calle rumbo a su casa. Y lo explicó así. Esas gentes que andan matando niños
y mamás, lo que les falta es tino. Lo que necesitan es que los lleven a la
feria y se pongan a tirarle a los monitos hasta que aprendan a tener puntería.
El papá divertido oyó a
su hijo y siguió caminando pensando en lo que había alegado con sus amigos.
-
¿Te sigo contando? - Oyó que le hablaba
su hijo. Mira, es muy sencillo, si esos matones le hubieran atinado a Ulises, a los diputados, a los policías que
ayudan a robar niños, todo se mejoraría, ¿no crees? Lo que sucede es que les
falta tino.
El
papá no dijo nada, pero sí quedó sorprendido de la claridad con que un niño de esa
edad descubría lo que a varios gobiernos les costó tiempo perfeccionar, el cómo
deshacerse selectivamente de los cabecillas enemigos. Israel era un ejemplo de
asesinatos cobardes contra líderes palestinos. Los drones del negro de la Casa
Blanca era otro: golpes exactos en blancos clave a pesar de que matan gente
alrededor, pero esto, dicen, no era
intencional. Ya no oyó más, pues su hijo hablaba ahora del juego. Ensimismado
elaboraba qué sucedería si en vez de marchas, firmas en las redes, nuevos
partidos políticos, el pueblo cansado se decidía actuar pero con tino: desmoronar
el edificio de la Suprema sería unas señal inequívoca para que el Judicial se
decidiera a ser independiente, otro temblor aunque no fuera del 7 en los
edificios de los partidos y aun en la
Cámara de transacciones y pactos donde se aprueba el desvalijamiento nacional
debería mandar signos premonitorios a los dueños del capital.
Sí, no cuesta nada imaginar, se dijo para
sí, por lo menos me sirvió para desahogar mi frustración.
A cada
quién su santo patrono
“Hoy ante tu cruz postrado, ¡Oh, Malverde!, mi señor, te pido
misericordia y que alivies mi dolor”, dicen que rezaba un sujeto en la iglesia
de mi niñez, San Hipólito. Toda la barriada y hasta de otras venían antes a
rezarle a San Judas, el mero chingón de la colonia Guerrero. Ahora me entero
que, no sólo en el atrio de ese templo sino en varias partes de la ciudad se
venden estatuillas de Jesús Malverde, el patrón de los rateros y de los narcos.
-
¡Oh My goodness! -dijo la gringuita-, cómo me gustaría para
mi tesis estudiar estas nuevas formas de religiosidad mexicana.
(Uta, me dije para
mis adentros, pues vas a tener materia, cada rato se aparecen vírgenes donde
van a inundar terrenos para hacer presas,
en las estaciones del Metro, en las paredes descascaradas de las casas de los
barrios, en las cortezas de los árboles. Nomás cuídate si vas a Michoacán p´a ver qué te cuentan de sus
prácticas religiosas los Templarios. Vas andar ocupada güerita).
¡Ah! se
me olvidó añadirle a la estudiante antes
de que subiera al autobús para Morelia que ya teníamos un nuevo santo patrón.
No sé cómo lo vaya a llamar el pueblo pues su nombre es largo y no se presta
para invocaciones rápidas en caso de eminente peligro de persecución policíaca.
Yo le llamo San Súbito, pues así de rápido lo treparon a los altares. No creo
que lo bauticen como ¨San Karole¨, menos como ¨San Wojtyła¨ y tampoco ¨San Juan Pablo Segundo.¨ Lo del nombre, pues a ver qué dice el gentío,
¿pero patrón de quiénes? ¡Bingo!
adivinaste, de los pederastas mi
hermano. Éstos, que forman legión más los que se añadan, invocarán su portentosa intercesión para no
ser perseguidos por la justicia, y si de veras es tan milagroso San Súbito,
pues para que los siga encubriendo en sus nuevas conquistas infantiles.
María Eugenia M. escribe a Manuel: en el mercado de Jamaica, ubicado en nuestro centro, está el Santo de los Narcos, hace algunos años solo estaba la figura de este Santo con algunas flores por ahí regadas, hoy por hoy es impresionante ver el lugar que ocupa, había cola para verlo, la gente viene de lejos, sin recursos,
ResponderEliminarcansadosy rinden tributo a ese mono, que pena!!!
S. K escribe a Manuel:
ResponderEliminar¡Verdaderamente deprimente tu historia y ojalá que produzca un poco de verguenza entre los burócratas/políticos que no la tengan. El mero hecho de que todavia existe una entidad como el INAH en Mexico neoliberal es alentador – hasta cierto punto. Desgraciadamente, dada la trayectoria del capital en el siglo veintiuno tal vez no hay una solucion popular al problema sino, segun la propuesta media utopica de Piketty, la necesidad de una redistribuccion masiva de riqueza de manos de los billonarios a fondos publicos. El meollo es como lograrlo cuando no existe un aparato de gobernación mundial para llevarlo a cabo. Si es que la lucha de clases ya se resolvió con la victoria de los burgueses financieros tal vez se necesita buscar la manera de defender el interés public a través de benefactores -- billonarios avergonzados por su codicia, arrepentidos, y dispuestos a redistribuir su riqueza estilo Warren Buffet y William Gates. ¿Sería Carlos Slim capaz de hacerlo por Mexico? No creo. Como dije arriba, deprimente el escenario.