martes, 29 de enero de 2013

La Francia neocolonialista de Florence Cassez


 

Manuel Esparza

 

Desde Tepepan hasta París Florence fue seguida de una turba de periodistas y cámaras de televisión. Fue llamativa la expectativa que causó su liberación y el interés del público francés por seguir paso a paso sus primeras declaraciones. Dos días después de su liberación, el viernes 25 de este interminable mes,  fue  recibida por el presidente  Hollande en el Palacio del Eliseo creciendo así  la polarización entre  seguidores de Sarkozy y los del mandatario que se atribuyen cada uno el mérito de haber logrado justicia para una compatriota en un país lejano envuelto en corrupción y asesinatos. Se celebraba la liberación, no su exculpación, a pesar que tanto ella como su abogado  Berton dijeran que la decisión de la SCJN era prueba de su inocencia.

             Cuando esos hechos sucedían en la capital de ese país, se llevaban meses y  semanas de que las Fuerzas Especiales de Francia estuvieran apoyando a los extremistas islámicos de Al Qaeda en Siria y más recientemente invadiendo territorio en Malí rico en minerales y gas. Ya todavía antes, los franceses se mostraron protagónicos en el derrocamiento de Gadafi en Libia agenciado por Estados Unidos y la OTAN, y más antes bombardeando Afganistán.  La Legión Extranjera  ya está ahora protegiendo los intereses franceses en la producción de uranio del grupo AREVA en Níger.

             Lo patético de la opinión pública francesa es que no le ha importado que su gobierno esté invadiendo de nuevo  las viejas colonias africanas, que la misma izquierda esté más interesada en que se legalicen los matrimonios homosexuales que en protestar porque su país que tanto celebra el secularismo, la separación entre iglesia y estado, esté apoyando a sicarios islamitas en el norte de África y Siria sabiendo que de ganar el poder impondrán la intolerancia religiosa como es el caso de Egipto con la Hermandad Musulmana y no menos en Túnez y Libia. Que esos grupos de oposición puedan asesinar a civiles impunemente sin que a nadie se le ocurra ver si se respetaron los derechos de las víctimas y si hubo ¨debido proceso¨ en las detenciones si es que las hubo, es condición aceptada de la misma intervención extranjera en defensa de sus propios intereses imperiales.

    Que en México puedan desaparecer miles de inmigrantes, que se les obligue a enrolarse en las mafias criminales, que se les esclavice sexualmente, son efectos de la política con  el ¨buen vecino¨ para evitar las migraciones centroamericanas recibiendo, en cambio,  compensación disfrazada con el Plan Mérida. Para lograr proyectos mineros, eólicos, hoteleros de canadienses, españoles y chinos, para privatizar las fuentes de energía, para  el tráfico de enormes capitales, se requieren gobiernos entreguistas como el nuestro  que faciliten el incumplimiento de leyes y tratados, que se ensañen contra la protesta ciudadana encarcelando a miles sin el ¨debido proceso.¨ Para que resulte eso, se necesita que en el país no haya separación de poderes, ni procesos electorales honestos. Por algo la bolsa de valores de México sigue teniendo records históricos: hay inversión extranjera a pesar de la rampante violencia. La razón es simple, mientras en China tuvieron que subir los precios de la mano de obra, México los ha mantenido ¨a niveles competitivos¨ y para facilitar aún más la voraz inversión los representantes del pueblo mexicano aprobaron una ley laboral a modo.

   Es sintomático de la situación descrita leer las reacciones dentro de México a cerca del caso de la Cassez. Ahora se  dice que la Suprema Corte puso el dedo en la llaga del sistema de justicia mexicano, que en adelante los policías van tener una cartulina colgada en el cuello donde pueden leer, a veces no muy fluidamente si no tiene primaria,  la lista de derechos de los que detengan, de lo  contrario pueden ser liberados como la Cassez. ¡Qué simulación! ¿Se puede uno imaginar a las grandes potencias imperiales advirtiendo a los países que invaden que primero les van a leer sus derechos? ¿Al millón de mexicanos expulsados cada año de Estados Unidos sin importar si dejan huérfanos a muchos ya nacidos allá, le leyeron sus derechos? Tanto a ese nivel como internamente en nuestro país para que el gran negocio funcione no puede ser justo, ni respetar derechos humanos. Se cuenta con los dedos de una mano los casos que la SCJN ha liberado presos alegando falta de debido proceso. Veremos cuántos miles de afectados van a invocar el mismo procedimiento que el de la Cassez y a cuántos discrecionalmente se les concederá.
Peña Nieto tiene abierto el camino en busca de más inversión y será recibido con honores en el Palacio del Eliseo, probablemente inviten a la muñeca Florence para que salgan ambas caritas  en la foto. (¿El caso de Florence hubiera tenido el mismo éxito si hubiera sido una señora prieta y chaparra, o una francesa pero de origen magrebí?). ¿Les importará a los funcionarios del gobierno de ese país que el huésped sea el cruel represor de Atenco, que haya comprado las elecciones con dinero ilícito, que haya protegido a su antecesor de la acusación de 75,000 muertos y la desaparición de 25,000 personas? No, no les va importar, pues como dicen en Colombia, entre bomberos no se pisan las mangueras.

Enero 29, 2013
esparzacamargo@hotmail.com