miércoles, 13 de junio de 2012

Diferencias con Francisco Toledo


Diferencias con Francisco Toledo



Toda esta historia comenzó con una queja de una particular en Correo Ilustrado de La Jornada sobre el cambio de uso de suelo de una plaza en el D. F. y cuya ¨remodelación¨ estuvo a cabo del Arq. Enrique Lastra de no buena memoria en Oaxaca. La Jornada no publicó mi comentario sobre el particular el cual si fue dado a la luz en Oaxaca por Noticias (mayo 2, 2012). Como hacía mención explícita de Francisco Toledo como actor en una remodelación parecida en la plazuela del Carmen Alto en Oaxaca, éste respondió (mayo 5, 2012) en el mismo periódico. A continuación reproduzco su carta:


Manuel Esparza
Presente
Mayo 3, 2012

 Estimado Manuel:

Por este medio y de acuerdo a la nota de Manuel Esparza publicada en el periódico Noticias Voz e imagen de Oaxaca el miércoles 2 de mayo de 2012, le comento que mi casa habitación nunca colindó con la plazuela del Carmen Alto. Hoy en día el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca colinda con la plazuela, pues compraron los predios colindantes.

Cabe señalar que en esos años se encontraba de Presidente Municipal de la ciudad de Oaxaca el ahora Gobernador del Estado, Lic. Gabino Cué Monteagudo, para que le solicite los costos reales en la construcción de la plazuela. También le recuerdo que el Arq. Legorreta fue quien diseñó la plazuela y no el Arq. Macotela como menciona en su nota. Así como el desplazamiento de los artesanos Triquis se trató de una salida voluntaria y en gran parte de gracias al líder Betos (sic) Pasos.

    Anteriormente hemos tenido nuestras diferencias en cuanto a la conservación o restauración del patrimonio se refiere, sin embargo en 1996, ProOax y la Fundación Morales colaboraron para la edición del libro Santo Domingo Grande, hechura y reflejo de nuestra sociedad de su autoría, lo que demuestra una apertura al diálogo y no una animadversión gratuita.

   Sin otro particular y a la espera de sus comentarios, aprovecho para enviarle un saludo cordial, Francisco Toledo (rúbrica).



Tuve que responder por medio de una carta pública (Noticias, mayo 16, 2012) en los siguientes términos:


Francisco Toledo
Presente

 Estimado Francisco, gracias por la carta que me hiciste llegar a mi domicilio en que haces precisiones a una nota mía (Noticias, mayo 2, 2012). Pensé responder en privado animado con la invitación que tan cordialmente me haces para hacer mis comentarios. Al saber después que esa misiva tuya fue publicada en el mismo medio el 5 de mayo, entenderás que responda por el mismo medio.

Gracias por aclarar que fue el Arq. Legorreta el que diseñó la actual plaza del Carmen Alto y no el Arq. Macotela. La ex casa habitación tuya, dispensa, pero sí colinda con la plazuela; el actual IAGO (Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca) colinda más después de que se obligó a los inquilinos de esos predios a salir, pero debido a la oposición de ellos se tuvo que pagar más de lo que se les estaba ofreciendo.

   Era un atractivo turístico y un modo decente de ganarse la vida la ocupación de parte de la plazuela por las tejedoras indígenas. No entiendo cómo ¨voluntariamente¨ aceptaron irse allá atrás de Santo Domingo, en una acera angosta, donde nadie se paraba a comprarles. En mi nota en Noticias yo no te pedía cuánto había costado la remodelación de la plazuela así que no tengo  por qué preguntarle al entonces presidente municipal Gabino Cué esos datos, pero sí me gustaría saber si hay un escrito en que las indígenas aceptaran cambiarse de sitio y si se les ofreció dinero y a quiénes.

Y hasta aquí tendría que limitar mis comentarios, pero tú gratuitamente introduces otros temas del pasado que sí me urge aclararlos. Dices, en efecto, que ¨anteriormente hemos tenido nuestras diferencias en cuanto a la conservación y restauración del patrimonio.¨ Tienes razón, eso empezó en 1973 cuando por el puesto que tenía se me ordenó ir a la Casa de la Cultura de Juchitán y decomisar todo el material arqueológico. La orden era porque a pesar de que en 1972 se había hecho por el INAH un inventario de esos bienes nacionales y se te había advertido que no podías seguir comprando piezas arqueológicas, se tenía conocimiento en el Departamento Jurídico del mismo Instituto en manos del Lic. (Alejandro) Geerts Manero que la Casa de la Cultura seguía adquiriendo materiales. Acompañado de personal del Departamento de Inventarios del Patrimonio  se recogió todo el material que además estaba en estado lamentable en cajas de cartón junto con vigas y materiales de construcción pues se remodelaba el museo: había piezas adornando la oficina del entonces director, un abogado de nombre (Víctor) de la Cruz, piezas que estaban al alcance de la mano de cualquiera que entrara.

Ese material, conforme a la ley podía haber sido retirado definitivamente de las colecciones de la Casa de la Cultura, sin embargo, en el acta que levanté se asentó que las colecciones regresarían hasta que hubiera condiciones dignas en un establecimiento que presumía de conservar el  pasado material prehispánico. Pasó el tiempo, y yo ya no siendo funcionario ese material fue regresado a Juchitán, ignoro bajo qué procedimiento e inventarios se hizo el traslado. El abogado de la Cruz nunca perdonó que un ¨criollo¨ como me llamaba hubiera hecho tal acción. Entre más pasaba el tiempo él siguió insistiendo que faltaban piezas, y ya víctima de su enfebrecida mente, en publicación relativamente reciente de la Revista de la UNAM, me acusó de robo. Sí, Francisco, tengo motivos para no estar de acuerdo en cómo se debe conservar el patrimonio.

   Me llama también la atención que gratuitamente me reproches por tener diferencias después de que en 1998 ¨ProOax y la Fundación Morales colaboraron para la edición del libro Santo Domingo Grande¨ de mi autoría. Francisco, eso sucedió hace 14 años, y parece que se te han olvidado  algunos detalles. Fue en el tiempo cuando varios compañeros hicimos el periódico Cambio. Tú nos ayudaste con tu acostumbrada generosidad a echar andar ese proyecto. Un día me citaste para conversar en el MACO (Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca). Ahí, sin más me pediste que en el periódico atacara al Arq. (Martín) Ruiz Camino director de Turismo del Estado con quien no estabas de acuerdo por lo que estaba escribiendo y haciendo. Me negué diciendo que no vendía mi pluma. Y aproveché todavía para pedirte que apoyaras en la publicación del libro de Santo Domingo al que te refieres. A regañadientes aceptaste a pesar de mi negativa a tu petición. Rodolfo Morales que también había prometido cooperar se echó para atrás para no enemistarse con el pasante de arquitectura (Juan) Urquiaga que hacía junto con el Arq. Lastra sus primeros ensayos dizque en restauración en Santo Domingo. Ya era tarde para cambiar el formato en la imprenta y así salió que tanto ProOax y la Fundación Morales eran los editores del libro. Ahora bien, ¿en qué consistió tu ayuda económica además del logotipo de ProOax en la edición? Tú pusiste 10,000 pesos, el costo total de la investigación y publicación fue de 70,000 pesos. Te entregué empaquetados 140 copias del libro que compensaba tu  inversión de 10,000 pesos. El precio del libro al público fue de 150 pesos, por tanto en cada libro que vendieras en la librería del IAGO ganabas 80 pesos, además de recuperar en cada uno 70 pesos de tu inversión. Francamente fue un buen negocio. No tengo por qué sentirme culpable de ingratitud.

 Aceptas en tu carta la apertura al diálogo ¨Y no una animadversión gratuita.¨ De mi parte puedo asegurarte que llevo años respondiendo a los que preguntan por ti que eres de una personalidad muy rica y compleja, sumamente generoso con tus bienes, generosidad que es patente en las obras e instituciones que has hecho con tu propio patrimonio. En materia de conservación es claro que hay un margen de subjetivismo y cualquier intervención no va a dejar a nadie satisfecho. Animado con tu invitación al diálogo veo ese elemento subjetivo  actuando de suerte que veo la carencia de diálogo cuando te negaste a que en  el IAGO fuera la sede de un foro abierto para discutir la intervención que se hacía en Santo Domingo (1994-1998), así mismo no veo congruencia entre lo que se supone defiende ProOax y el silencio en las intervenciones en los templos y ex conventos de la Mixteca incluyendo la casa de la Cacica en Teposcolula propiedad de la Fundación Harp Helú, así mismo en San Pablo de esta ciudad.

   Francisco, de mi parte no hay animadversión como dices, pero sí dudas de cómo entender tu protagonismo en algunos proyectos y la omisión para opinar  en otros  por motivos  que se me escapan. Debe ser el precio de ser famoso y ser tironeado por diversos intereses. Ser un genio como lo eres tú debe ser muy conflictivo. Espero y deseo que sigas tu camino de creador sin las distracciones de este tipo precisiones y aclaraciones secundarias.  

Un abrazo, Manuel Esparza.

  

  

   


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