jueves, 25 de julio de 2013

Nahamad y la Teología de la Liberación


¿Teología de la Liberación o liberación de todas las teologías?

Manuel Esparza

Un campo fértil donde impactó el marxismo en la mitad del siglo pasado, fue en el de la religión. Desde fin del Concilio en 1965, y dadas las directrices de la Conferencia de Medellín, la iglesia de América Latina tuvo que confrontar la realidad social de enormes poblaciones. Pronto se consolidó una fuerte orientación hacia una ¨opción preferencial por los pobres¨ y una voluntad comprometida a luchar contra la injusticia. En algunos sectores clericales quedó relegado el providencialismo y la sumisión a las estructuras del poder. El prometido futuro paradisíaco dejó de ser una esperanza  mientras no se lograra su realización ya en este mundo.

   ¿Por qué hubo tanta oposición a esa nueva corriente de parte de la jerarquía y de un vasto espectro de la población creyente católica? Mucho se ha escrito sobre el particular, pero un argumento favorito fue que ese modo de reflexionar la realidad social y sus consecuencias era materialista, no consideraba la intervención divina en los asuntos humanos y por tanto el magisterio de la iglesia, depositario de la revelación, quedaba relegado[1].  A la lucha contra el materialismo en su forma moderna comunista  de parte de los regímenes capitalistas y de la Iglesia en alianza con ellos, se añadía ahora la acusación de que esa reflexión sobre  las realidades sociales era atea. La oposición a la llamada Teología de la Liberación la encabezaron los mismos papas y muy señaladamente el Prefecto para la Doctrina de la Fe Joseph Ratzinger. Se llegó a prohibir la enseñanza en universidades católicas a notables teólogos, se les censuraron sus escritos, algunos prefirieron el estado laico y quitarse de encima la jurisdicción eclesiástica.

         En el análisis de un connotado teólogo iniciador entre otros de la Teología de  la Liberación, el jesuita uruguayo Juan Luis Segundo, el pensamiento teológico pertenece a la ¨superestructura.¨ Lejos quedaba entonces la concepción de que la teología era la reina de la filosofía y de las otras ciencias. Ya no es ella la  que determina  el contenido de la doctrina y la moralidad de la acción social, sino que la praxis marxista es la que determina  la teología. En el análisis marxista, entonces, la teología se vuelve la superestructura dependiente, es decir, ideología. Para Segundo ¨una opción política de cambio en pro de la liberación es un elemento intrínseco y desideologizador de la fe”[2]  Los principios en los que se basa la teología son los de la revelación, y a ésta se asiente por medio de la fe, pero si de lo que se trata es de desideologizar la fe, quitar la ¨falsa conciencia¨, entonces no es sólo la teología cristiana la que se pone en tela de juicio sino toda teología como expresión sistematizada o no de las diversas creencias en las culturas humanas.

         A la crítica a la Teología de la Liberación, en concreto por las ideas de Juan Luis Segundo, se han alzado varias voces de los mismos compañeros jesuitas  y hasta de antropólogos. Paso ahora a comentar las afirmaciones de uno de estos últimos, Salomón Nahmad contra la obra evangelizadora de la Iglesia católica e ¨iglesias evangélicas¨ en México[3].

         El autor parte de entrada con el supuesto de que lo que se ha hecho desde la conquista hasta el presente es un etnocidio en contra ¨de las religiones propias de los pueblos originarios en México y Mesoamérica.¨ Cómo se logró eso, se pregunta el autor como tema central de un largo ensayo con apéndices y fotos de cuando era joven. Él mismo se responde: La globalización económica y cultural que experimentamos pide una ¨homogenización religiosa de carácter monoteísta¨ que se manifiesta actualmente por ¨la adecuación del discurso religioso al control, tutela y manejo de los pueblos indígenas por las iglesias.¨ La tutela de la iglesia, sigue explicando, se da en las relaciones de los individuos y  los pueblos con el Estado y la sociedad nacional.

         Uno se pregunta si ¿la iglesia en México tiene tal papel de mediación? El autor dice que sí porque es constante la dominación y control de los pueblos indígenas por ser la católica  ¨Iglesia de Estado.¨

         Vuelve el autor al tema del etnocidio que se inició en el siglo XVI y ¨continúa hasta nuestro días con otros argumentos  de carácter reivindicativo como la Teología de la Liberación.¨  Y explica que ésta teología ¨no es otra que la continuidad de la evangelización católica a finales del siglo XX y principios del XXI¨. Pasa  a decir que en esa modalidad  ¨se manifiesta igualmente un fundamentalismo cristiano, conservadurismo ritual (como) reacción contra el desmoronamiento del ritual (sic) tradicional bajo pretexto de modernización.¨ Se continúa así una persecución contra todas las formas religiosas  que no sean ¨de corte europeo¨ y para ello cuenta la Iglesia con ¨el apoyo de la democracia cristiana  europea y norteamericana, las cuales financian la continuidad del proceso evangelizador de la Iglesia católica.¨ El dominio totalitario de la Iglesia no fue cosa del pasado, aún se practica ¨con la benevolencia del gobierno federal y los gobiernos estatales(…) esto sucede día con día en México, a causa de los valores cristianos (sic) que promueve tácita y tácticamente el Estado (sic).¨ 

         ¨La Teología de la Liberación es únicamente un arma de misión (…) para que la permanencia y la doctrina de la Iglesia católica se asienten de manera más sólida en tierras americanas. Su concomitancia con una ´causa de liberación´ es sólo un factor circunstancial y no esencial¨. Así escribe  Nahamad haciendo suya una cita del  boliviano  Fernando Mamani Flores.
          Si  en México ha sido siempre la católica la religión del Estado, no se entiende cómo el autor acepte que en siglo XIX y después de la Revolución del 1910 se estableció una separación de Iglesia y Estado: ¨por ello México se mantenía como un país eminentemente laico.¨ Todo eso, sin embargo, añade, ha cambiado en los últimos 25 años con una contrarreforma religiosa contra el laicismo. Este concepto le da pie a Nahamad para citar a un autor  que explica los problemas del laicismo en educación de Bolivia con las llamadas escuelas de convenio (subvención estatal a escuelas confesionales) diciendo que este tipo de arreglo ¨es lo que yo (Nahamad) denomino tutela moderna de la Iglesia  católica¨ pero curiosamente añade que la Iglesia ¨manipulan (sic) la laicidad del Estado, por medio de la Teología de la Liberación, de modo que el fin último del ´laicismo no es independizar al Estado de la Iglesia católica, sino de todas las religiones incluyendo de los  pueblos indígenas.´¨    El modo de citar de Nahamad obliga a uno a averiguar qué es lo que cita de otros autores y qué es lo que es de él. En esta última cita que escribo con énfasis añadido, es de  Oscar Garrido  pero Nahamad omite el contexto que defiende aquel autor  acerca de lo que debe ser la laicidad, no sólo la separación del Estado de la religión católica sino de todas las demás:
                                 
En la medida en que no existe una religión apoyada por el Estado, no es admisible ni las escoltas militares en las procesiones, ni los ministros comulgando en actos oficiales, los crucifijos y biblias en los juramentos de autoridades designadas, pero tampoco la presencia oficial en entradas folclóricas a devoción de la Virgen del Socavón, de la de Urkupiña o de Jesús del Gran Poder, los ritos aymarás que se celebran en el palacio de gobierno, los matrimonios bajo ritual aymara financiados por el estado desde el ministerio de descolonización. Laicismo no es independizar al estado de la iglesia católica sino de todas las religiones incluso de las indígenas.¨ (Oscar Garrido, ¨Laicismo a la boliviana,¨ Enero 30, 2011,  http://www.katari.org/archives/643).




Siguiendo con el tema del laicismo se cita a Michaelangelo Bovero y de nuevo no se sabe si es de Nahamad o de ese autor la defensa del politeísmo: ¨el politeísmo expresado en las más diversa formas continúa y continuará vigente en el futuro y aquellos que lo conciben tienen todo el derecho de hacerlo y expresar ritualmente sus creencias: tienen tanto derecho como el más radical monoteísta.¨ No se especifica si ese derecho se ejerce en público o en privado, en las escuelas, y cómo debe un Estado laico protegerlo. Se añade que en México ¨se da día con día¨  una imposición ¨imperdonable¨ contra el politéismo ¨a causa de los valores cristianos que promueve tácita y tácticamente el Estado.¨ Esto lo deja a uno perplejo pues no se dice qué valores cristianos promueve el Estado, ¿los de igualdad universal, de justicia? o ¿éstos no son cristianos? ¿Todos los valores cristianos son contra los derechos humanos, los de las minorías étnicas?  Eso de que el estado día con día promueve valores cristianos lo contradice el mismo Nahmad diciendo que ¨Mi hipótesis es que el gobierno mexicano había avanzado en la política indigenista, superando todo el proceso de la evangelización católica…¨ Él debía saber mejor por haber trabajado por décadas  como artífice de la política indigenista oficial.

         Nahamad se congratula de que por la acción de los antropólogos se hubiera logrado cancelar el convenio entre el ILV y la SEP en 1979 poniendo punto final  a sus labores proselitistas, pero resiente que no se haya logrado lo mismo con la religión católica: ¨Esta sigue apareciendo, desde mi punto de vista, como la religión del Estado (…) la jerarquía se ha consolidado y ha afectado a los pueblos indígenas con la presión de la nueva evangelización, instrumentada por la Teología  de la Liberación en la zonas interétnicas(…).¨

   No parece tener Nahamad muy claro cuál era el régimen colonial. La religión de Estado en México era parte integral del gobierno colonial. La relación de cooperación entre las dos entidades se daba por medio del privilegio de fuero del clero y por el apoyo que la corona tuvo al derecho canónico. El fuero significaba exención de los eclesiásticos de ser juzgados y sentenciados por jueces civiles, y el de canon protegía a los eclesiásticos de cualquier castigo físico que incluía arresto, tortura, encarcelamiento y pena de muerte.  Y aun a pesar  del patronato inicial por medio del cual el rey ayudaba a la difusión  del cristianismo manteniendo a la Iglesia y ésta en cambio aceptando la intromisión real en asuntos eclesiásticos, pronto la corona se adjudicó el papel de vicario y patrón por encima de la autoridad eclesiástica. El rey llegó a ser el Vice-Dios. Hasta el siglo XVIII la política de los Ausburgos respecto a los privilegios y autoridad de la Iglesia era que la Iglesia y el Estado eran socios iguales y dependientes uno del otro (las dos espadas).[1] Era así que la autoridad  eclesiástica y la secular marchaban paralelas en donde los límites de cada una de las jurisdicciones se confundían. Lo que sí era claro era que la autoridad de la Iglesia era apoyada por el poder del estado. No era sólo el relajamiento a la autoridad civil en casos de confesiones forzadas por  medio del tormento y de pena de muerte, sino el hacer cumplir  prescripciones de la Iglesia como el diezmo o el cumplimiento  de los sacramentos por medio del brazo secular.

    ¿En dónde se da entonces que la religión del estado mexicano actual sea la católica? El que electoreramente el Estado se haga de la vista gorda y no prohíba consagraciones religiosas públicas y se deje retratar en las conferencias episcopales anuales, no significa ser un estado confesional.

   Nahamad da la impresión de que para probar el supuesto de que se continúa con un etnocidio contra los pueblos originarios por medio de una Iglesia homogeneizante que en su modalidad moderna usa la Teología  de  la Liberación  como  arma de misión, necesita ¨homogeneizar¨ al clero y opinar falsamente que la tal teología es aceptada y usada tanto por la jerarquía como por el resto de los eclesiásticos. Y para añadir visos de veracidad académica  a la universalidad de la ofensiva eclesiástica contra las expresiones religiosas de los pueblos originarios enuncia en una apartado: ¨El apoyo de las diversas órdenes católicas para fortalecer esta estrategia (los jesuitas, los dominicos, etcétera).¨ Y en un apéndice llamado ¨La Iglesia paralela en México¨ copia sin decir la fuente a Juan Manuel Beltrán, un periodista de Televisa, que usando información de las agencias de seguridad de Gobernación, enumera las casas de clérigos en México y sus funciones. Esa cita de Beltrán es a su vez parte de un largo libelo contra la Iglesia y en concreto contra los jesuitas mexicanos de Luciano F. Correa Sagavia asociado en varias fuentes con la Universidad La Salle. El título del panfleto es Sobre las universidades jesuitas y sus directivos. Documentos para un retazo de historia, México, 2000 (sin editorial). El proemio  da una idea del contenido del resto:
                       
                
NUESTROS MOTIVOS: La paralización y saqueo de la Universidad Nacional Autónoma de México por más de nueve meses, seis años de ocupación de una parte de Chiapas por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, las emboscadas terroristas del Ejército Popular Revolucionario y del Ejército Popular Revolucionario Independiente en Guerrero, la presencia de grupos armados clandestinos en 16 estados del país señalada recientemente por la Secretaria de la Defensa, el ir y venir de los enmascarados del EZLN incitando a levantamientos como el suyo, la escalada del crimen organizado en delitos con repercusión político-económica como invasiones, homicidios y secuestros y la zozobra en que viven las familias constantemente amenazadas, son sólo las manifestaciones más visibles y violentas de una extensa conspiración contra un Estado Mexicano que ejerce cada vez menos su soberanía, que se sabe desbordado por fuerzas que escapan al sistema, que vive sujeto a chantajes partidarios y extrapartidarios y, lo que es peor, que ignora o finge ignorar cuáles son las verdadera raíces de tan intensa subversión.

Y ¿cuáles son estas? Años de estudio sobre la cuestión nos llevan a la conclusión de que el foco conspirativo contra México se encuentra en la alianza de los nuevos marxistas con los teólogos de la liberación cuyo motor y cerebro son los Nuevos Jesuitas. De eso trata este libro en su segunda edición corregida y aumentada[5].


 

No deja de llamar la atención que alguien con una larga trayectoria indigenista en su carrera, asesor de los zapatistas, coautor de la ley de Derechos Indígenas de Oaxaca se pueda asociar con el ala más reaccionaria política del país, esa que ve comunistas en toda oposición, la de Jorge Serrano Limón, la Lefevrista y la de demás compañeros de viaje suspirantes por un estado confesional a la medida de los yunkistas.[1]

         Cuando Nahamad expresa su deseo de que el Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales logre hacer a la religión católica lo que lograron expulsando a los  del ILV, revela algo más que una supuesta  defensa de las religiones que llama originales, es un paternalismo ignorante de lo que son los indígenas. Toda la diatriba contra la imposición de la religión de los conquistadores continuada durante más de 500 años, habla de esos pobres indios que se han dejado subyugar y engañar desde el primer intento de evangelizarlos hasta esta segunda arremetida por medio de la nefasta ¨arma de  misión¨ que llaman Teología de la Liberación. En todo esto no se le ha preguntado a la población indígena si estaría de acuerdo en que la Iglesia perdiera colegios, dispensarios, casas de refugio a migrantes, templos y conventos que los indígenas contribuyeron a hacer como perdieron los del ILV sus instalaciones. En todo esto no se ha preguntado a los practicantes de una religión hibrida colonial si quisieran regresar a sus prácticas religiosas prehispánicas y dejar mayordomías, procesiones, rezos y toda manifestación a sus santos y de paso dejar de ser catequistas y diáconos de una Iglesia que ellos consideran más autóctona que la romana. A este propósito hay que recordar que el obispo Samuel Ruiz negó que en este continente la Teología de la Liberación sea lo mismo que la Teología India que ¨es una reflexión de los indígenas sobre su fe que no ha tenido contacto con la corriente teológica de la liberación.¨[2] Ojalá Nahamad hubiera profundizado más en este concepto de ¨sabiduría¨´ india que parece no entender fuera de citar dos libros sobre el tema. En el fondo la idea es que no se necesitó de ninguna primera evangelización pues ya los indígenas conocían a la divinidad por medio de su propia cultura; en el presente  la reflexión india es desde los parámetros de la religión que tenga cada grupo cultural. En su forma radical lógica se estaría aceptando que toda forma de creencia, monoteísta o politeísta, sincrética en cualquier grado, es tan válida como la religión católica y se puede expresar en el idioma de cada grupo y con los rituales propios ya sea en templos o en lugares considerados sagrados. Esto hubiera sido en favor del argumento de Nahamad sobre la defensa de la religiosidad de los pueblos originarios, pero ya no funcionaría su proposición de que hay una consigna para evangelizar a como dé lugar a los indígenas pasando por encima de sus creencias propias, ni afirmar  que la religión católica es la del Estado, ni menos acompañarse del ala más retrógada de los católicos para tratar de probar sus afirmaciones.

                   A manera de explicación personal, la segunda parte del título de esta crítica al ensayo de Nahamad: ¨¿Teología de la liberación? o ¿liberación de todas las teologías?¨ quiere resumir mi posición a cerca de todas las religiones sin dejar de  señalar los crímenes que una ideología religiosa puede llevar a cabo. Parto de la afirmación que en todas las culturas se dan conceptos religiosos, que ese hecho es un universal. Que las expresiones y creencias religiosas diversas no son unas verdaderas y otras no, todas son expresiones de un conocimiento que trasciende la realidad comprobable, todas aceptan en un grado u otro una fe o confianza  en la autoridad que trasmite explicaciones de todo eso que no se acaba de entender, ni comprobar. Entonces, cada cultura, cada individuo tiene derecho a creer o dejar de creer lo que le convenga y quiera sin que nadie lo obligue.

         Otro punto es si nuestra mente puede indagar qué tanto de esa creencia recibida por la autoridad de la tradición o de una supuesta revelación es consistente con la cruda realidad que se nos impone. No se trata de si son buenos o malos los principios en que se basa la creencia religiosa, sino de cotejarlos con lo que experimentamos conforme está hecha la mente humana. Abrirse a la posibilidad de un falso conocimiento de la realidad debido a principios de fe en una autoridad, nos hace más humanos, más conforme a  la naturaleza inquisitiva con la que estamos dotados. Eso es para mí la liberación de todas las ideologías hasta donde es posible dada precisamente esa naturaleza que no puede y a veces no quiere intentar de indagar la realidad.

   Un grupo reducido de la Iglesia ha optado por desidiologizar su religión, en diferentes grados han echado en la balanza la causa de los injustamente empobrecidos en vez de esperar resignadamente una compensación ultramundana. ¿Es eso reprobable? Francamente al leer el ensayo de Nahamad queda uno con la impresión de que está escrito por un  suspirante de un pasado étnico eterno pero sólo como pretexto para fijar una postura intolerante hacia la misma religión que practica la mayoría indígena. 

esparzacamargo@hotmail.com

 



[1] Después de la primera explosión de escritos sobre la Teología de la Liberación se siguieron muchas reflexiones sobre otros tipos de liberación, por ejemplo, entre otros muchos,  Roberto Oliveros Maqueo, Liberación de la teología, México, ediciones CRT, 1977; Juan José Tamayo, Juan Boasch (eds.) Panorama de la teología latinoamericana, España, Editorial Verbo Divino, 2001.
[2] Segundo, Liberación de la Teología, Lohle, Buenos Aires, 1975:111 citado en Alfredo Sáenz Reseña del libro de  P. Bojorge Teologías deicidas, Madrid, 2000 en http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:http://www.horaciobojorge.org/segundo.html.
[3] Salomón Nahamad ¨Continuidad de la evangelización en el siglo XXI: el caso de los wixárikas (huicholes), coras y ayüük jääy (mixes), Oaxaca, Cuadernos del Sur, Núm 33, julio-diciembre 2012:21-51.
[4]Ver Nancy Farriss Crown and Clergy in Colonial Mexico 1759-1821, The crisis of Ecclesiastical Privilege, University of London, The Athlon Press, 1968: passim.
[6] La Universidad Iberoamericana demandó al autor del libro y en  el expediente 541/2000, radicado en el Juzgado Décimo de lo Civil del Distrito Federal, fue "acreditado el daño moral" y se resolvió que "es procedente condenar a la parte demandada a pagar a la parte actora la cantidad de un millón ochocientos ochenta y nueve mil seiscientos cuarenta y cuatro pesos". Ver  http://www.uia.mx/actividades/comunicados/anteriores/2001/CS0825b.html .
            Para mayor abundamiento ver David Fernández ¨La Iglesia de los pobres en la mira del gobierno¨ (1994) en http://www.envio.org.ni/articulo/859#arriba para ver cómo se unió la derecha reaccionaria contra actores del levantamiento zapatista de 1994 y los ataques a la teología de la liberación de gente como Jacobo Zabludovsky director general y gerente del diario Summa, Aguilar Camín, Luis Pazos, José Antonio Pérez Stuart, José Córdoba Montoya, Girolamo Prigione; los ataques de periódicos como El diario Ocho Columnas, propiedad de la Universidad Autónoma de Guadalajara y de la organización de ultraderecha de los Tecos; revistas nacionales  como Impacto y Época, ésta última propiedad también de Televisa. Extraños compañeros de viaje en las citas de Salomón Nahamad.
 
[7] Ver ¨La semillas del Verbo en la sabiduría india¨, Entrevista con don Samuel Ruiz por Sylvia Marcos, IXTUS, No. 26, VII, 1999: 27-45.
 
 
 
 
 
 

 

 
 

 


 

 

 

 

        




[1] Después de la primera explosión de escritos sobre la Teología de la Liberación se siguieron muchas reflexiones sobre otros tipos de liberación, por ejemplo, entre otros muchos,  Roberto Oliveros Maqueo, Liberación de la teología, México, ediciones CRT, 1977; Juan José Tamayo, Juan Boasch (eds.) Panorama de la teología latinoamericana, España, Editorial Verbo Divino, 2001.
[2] Segundo, Liberación de la Teología, Lohle, Buenos Aires, 1975:111 citado en Alfredo Sáenz Reseña del libro de  P. Bojorge Teologías deicidas, Madrid, 2000 en http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:http://www.horaciobojorge.org/segundo.html.
[3] Salomón Nahamad ¨Continuidad de la evangelización en el siglo XXI: el caso de los wixárikas (huicholes), coras y ayüük jääy (mixes), Oaxaca, Cuadernos del Sur, Núm 33, julio-diciembre 2012:21-51.
[4]Ver Nancy Farriss Crown and Clergy in Colonial Mexico 1759-1821, The crisis of Ecclesiastical Privilege, University of London, The Athlon Press, 1968: passim.
[6] La Universidad Iberoamericana demandó al autor del libro y en  el expediente 541/2000, radicado en el Juzgado Décimo de lo Civil del Distrito Federal, fue "acreditado el daño moral" y se resolvió que "es procedente condenar a la parte demandada a pagar a la parte actora la cantidad de un millón ochocientos ochenta y nueve mil seiscientos cuarenta y cuatro pesos". Ver  http://www.uia.mx/actividades/comunicados/anteriores/2001/CS0825b.html .
            Para mayor abundamiento ver David Fernández ¨La Iglesia de los pobres en la mira del gobierno¨ (1994) en http://www.envio.org.ni/articulo/859#arriba para ver cómo se unió la derecha reaccionaria contra actores del levantamiento zapatista de 1994 y los ataques a la teología de la liberación de gente como Jacobo Zabludovsky director general y gerente del diario Summa, Aguilar Camín, Luis Pazos, José Antonio Pérez Stuart, José Córdoba Montoya, Girolamo Prigione; los ataques de periódicos como El diario Ocho Columnas, propiedad de la Universidad Autónoma de Guadalajara y de la organización de ultraderecha de los Tecos; revistas nacionales  como Impacto y Época, ésta última propiedad también de Televisa. Extraños compañeros de viaje en las citas de Salomón Nahamad.
 
[7] Ver ¨La semillas del Verbo en la sabiduría india¨, Entrevista con don Samuel Ruiz por Sylvia Marcos, IXTUS, No. 26, VII, 1999: 27-45.
 

lunes, 18 de marzo de 2013

Eligen a Presidente del Vaticano S.A de C.V.


Manuel Esparza

 

El corporativo religioso-inversionista asentado en Roma eligió por un periodo abierto a Jorge Mario Bergoglio. En secreta reunión la Mesa Directiva integrada por ejecutivos de las filiales en el mundo nombraron conforme la costumbre medieval a Francisco como cabeza. Esta  empresa transnacional ofrece sólo un producto: satisfacer la necesidad de creer de la mayoría de la gente. Su preocupación principal, entonces, es fomentar la fe para mantener una población que haga viable a la institución. Lo que más teme es precisamente que se deje de cotizar en la bolsa de valores si la  taza de creyentes disminuye riesgosamente.

   Para hacer publicidad y atraer inversión se vende toda suerte de creencias abigarradas, entre más increíbles mejor, pues será mayor la confianza del cliente. Así se gasta muchísimo en toda suerte de amuletos, medallas, escapularios, rosarios, estampitas, aguas milagrosas, soberbias catedrales, escuelas, santuarios, peregrinaciones a lugares de apariciones. Uno de los más destacados vendedores de acciones de esta compañía es el ejecutivo Norberto Rivera de la ciudad de México que después de extender su área de ventas a la Basílica de Guadalupe desplazando al anterior hombre de negocios, trató de patentizar la comercialización de la imagen de una virgen que nunca se apareció. 

   No deja de ser intrigante el giro religioso de esta compañía. Traza su origen  nada menos que a la divinidad encarnada hace 20 siglos. De esa manera  la descendencia legítima de su  autoridad  es sólida como una roca: las puertas de la competencia no prevalecerán hasta el fin de los tiempos. La renovación de su presidente general es invocando al Espíritu Santo quien guía a los electores a escoger al más idóneo.  Es de Dios entonces que ahora Francisco sea único representante autorizado. Bajo esta creencia se ve que a través de la historia de la institución ha habido notables hombres que supieron ser ejecutivos y al mismo tiempo extraordinarios hombres de bien, pero también entre las filas de los accionistas, benefactores, adherentes, simpatizantes se dieron y dan hombres y mujeres entregados a procurar el bien del prójimo, no pocas veces a costa de la vida.

   La historia, por otro lado, también ilustra la otra cara de la empresa, la que sabe jugar con las reglas del mercado, invierte en bienes raíces, en bancos; la que intriga por los puestos de mando, la que se asocia a los poderes civiles, la que calla ante dictadores para no arriesgar su patrimonio. Ahora juzgue Ud. y pregúntese si la elección de los siguientes Papas fue por inspiración divina.  En el siglo X hubo tres Papas conocidos como anti Papas, a Cristóbal lo hallaron estrangulado por órdenes del papa reinante. A Juan XVI le quitaron la vista, y a Bonifacio VII lo asesinaron, su cuerpo fue arrastrado por las calles de Roma. Se dijo que esos muertos eran Papas electos ilegítimamente, pero Bonifacio ordenó la muerte de otros dos que sí fueron bien electos. En ese mismo siglo León V duró sólo un mes y luego fue asesinado en la cárcel. Benedicto V duró un mes también, Benedicto VI seis meses, es éste uno de los que mandó estrangular el anti Papa Bonifacio. Juan XIV fue desposeído después de reinar nueve meses, luego arrojado en prisión donde lo dejaron morir de hambre y envenenamiento.

         Contario a la  costumbre reciente de elegir Papas ancianos, en ese siglo X se le dio mucha importancia a la juventud: Gregorio V de 24 años  fue elegido por imposición de su primo el Emperador que tenía 16 años. El papa Gregorio tenía sólo 24 años. Juan XII coronó a un niño de 12 años como Emperador del Sacro Imperio Romano. Ya un antecesor, Juan XI había aprobado a uno de 16 años como Patriarca de Constantinopla; él mismo fue electo cuando apenas tenía 20 años. De este Juan XI las malas lenguas (Lombardi dixit) decían que era hijo natural del Papa Sergio III y de una jovencita de 15 años. Este Sergio no se medía, mandó asesinar  ¨por compasión¨ a León V y también al anti Papa Cristóbal. Este precursor de un Legionario mexicano dio comienzo a la llamada ¨pornocracia del papado¨, cuando mujeres de familias poderosas romanas de fácil acceso manejaban detrás de las cortinas de las recamaras a los Papas y las elecciones de éstos.

         Sólo ese siglo X da para más. El gobernante romano Alberico I hizo jurar a los electores delante del Papa Agapito que elegirían a su hijo después de la muerte de Agapito. Así fue como subió Juan XII cuando tenía 20 años pero para ser depuesto por un sínodo romano por conducta escandalosa. Huyó, regreso a la silla pontificia, volvió a huir y murió de una embolia en la cama de una casada. Esos eran los tiempos en que los Papas eran elegidos no por colegio de cardenales sino por representantes del pueblo y del clero de Roma. Precisamente por no seguir las reglas de ese tipo de elección,  a fines del s. IX, le fue mal al Papa Formoso quien un año después de muerto, sus enemigos que tanto lo odiaban convencieron al Papa Esteban VI/VII para que exhumado el cuerpo lo enviara a juicio vestido de Papa. Lo condenaron: le cortaron los dedos con los que bendecía a las multitudes y lo arrojaron desnudo al Tíber.

         Y los tiempos pasados, a pesar de estar más cercanos al origen del cristianismo, no dejaron de ser también muy entretenidos: el Papa Marcelino (s. III-IV) se vio comprometido a incensar ídolos. El Papa Liberio (s. IV) llegó a rechazar parte del Credo de Nicea. En 550 un sínodo de obispos africanos llegó a excomulgar al Papa Vigilio por traición a la doctrina. Y para terminar tan edificante recuento hay que recordar que el Papa León X intentó nombrar a Lutero cardenal en 1519 en un arreglo político muy a la romana. Ese mismo León mandó estrangular a un cardenal por medio de un musulmán, porque sería impropio que lo hiciera un cristiano… (Más datos cuando se tenga insomnio: Joseph Gallagher, National Catholic Reporter, March 17, 1995 y si se quiere divertir hasta la madrugada, lea de corrido La Puta de Babilonia de Fernando Vallejo, Planeta, 2007).

viernes, 22 de febrero de 2013

Dimite el Papa...!Ufff¡


Manuel Esparza

 

No se retira, renuncia a su cargo. Es una dimisión muy diferida, hace años desde que era Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe debió dejar de ser parte de la conducción de una Iglesia decadente. Para mediados de los 90s del siglo pasado la deserción en las filas de creyentes era enorme, entonces se hablaba de más de 20 millones de bajas. En el presente fácilmente esa cifra es lo doble. En cualquier empresa de negocios donde se diera algo semejante se reuniría el consejo de directores para destituir al presidente por ineficaz. Ratzinger, entonces, como Prefecto era el cerebro gris detrás de la orientación doctrinal de la Iglesia, el moderno inquisidor en contra de los defensores de la teología de la liberación y de los avances logrados después del Concilio Vaticano II. Debió junto con el Papa y demás corresponsables haber sido destituido. Lo que es más, debieron haber sido enjuiciados por herejes (sopas….!).

 

El juicio doctrinal

Mire Usted, el Concilio Ecuménico XVI, en Constanza (1414-1418) declaró dogmáticamente, es decir, de fe, que la máxima autoridad en la Iglesia es el Concilio. Ahora compare lo que Ratzinger como Prefecto dijo: ¨Dado que el poder del primado es supremo, no hay ninguna otra autoridad a la cual el Pontífice Romano en su ejercicio del don que ha recibido  deba responder jurídicamente¨ ([1]). Y tanto durante el largo papado de Juan Pablo II como el de Benedicto XVI se ha estado actuando autoritariamente  sin la participación colegiada de obispos y en contra de muchas disposiciones del anterior Concilio. En palabras autorizadas: “el Concilio Ecuménico, según el dogma de Constanza, tiene superioridad sobre el papa, éste puede dimitir, e incluso puede perder automáticamente su puesto en determinados casos de herejía, cisma o enfermedad mental” ([2]).

El juicio moral

Uno de los grande logros de la evolución natural en el especie humana ha sido dotarnos de un mecanismo que nos evite destrozarnos como brutos animales. Se llama empatía, y es esa facultad de  poder ponernos en los zapatos de otro y además sentir en carne propia lo que otro pueda estar sufriendo. No ha sido un logro instantáneo, ha tenido hasta retrocesos  debido a otras fuerzas que nos componen como son los mecanismos sociales que con frecuencia han sido más poderosos que las buenas disposiciones naturales. En la Edad Media, por ejemplo, dominó la cultura de la crueldad. Llegó a ser una diversión pública de chicos y grandes ver cómo quemaban vivas  retorciéndose  a mujeres acusadas de brujas, cómo se desmembraba el cuerpo del condenado tironeado por caballos en distintas direcciones. Los museos de instrumentos de tortura muestran como mujeres u hombres podían ser empalados por el ano o aserrados en dos desde las inglés. La Santa Madre Iglesia aprobaba esos métodos de confesión.

     Ahora imaginemos qué sufrirían nuestra pequeña hija, nieta o hermana que apenas están en primaria cuando incrédulos nos enteramos que han sido violadas en la escuela no una vez sino varias y ellas no contaban nada y se callaban aterrorizadas. Qué habrá sufrido la mamá que supo que su niño de 5 años estuvo viendo  muchas veces el enorme falo de su maestro  y sentir que lo desgarraba por dentro. Tratemos de imaginar qué daño se les causó a todas  esas criaturas para el resto de sus vidas.

      Pues esa cultura de la crueldad contra infantes y adolescentes se ha estado reactuando durante décadas  por incontables  desalmados que ganándose la confianza por ser parientes cercanos o figuras de respeto han abusado tan animalmente de esos inocentes. El juicio moral debe ser implacable contra aquellos que pudiendo haber evitado más daños no lo hicieron sino hasta los facilitaron. Sin más es el caso de los sacerdotes pederastas que han sido protegidos por sus superiores y aun vueltos a poner en situaciones de delinquir.

      El caso de Maciel ejemplifica por qué el juicio moral contra esos encubridores debe ser contundente. Ratzinger como Prefecto supo de los hechos  y se excusó de actuar  porque Maciel era amigo del Papa. Perdón señor Ratzinger pero Ud.  debió haber hecho público el caso y castigado al culpable, y si no lo podía hacer por no disgustar al anciano pontífice, Ud. debió haber renunciado a su puesto. Pero pudo más no quedar mal con el jefe que actuar conforme la más elemental moralidad. Ninguna razón, y menos la esgrimida de evitar un daño a la Iglesia, es válida para permitir que se siguiera sodomizando a jóvenes.  Tenía razón Voltaire: ¨Esos que te pueden hacer creer en disparates te pueden hacer que cometas atrocidades.¨

 

Incomprensible final

Es noticia conocida el número de presidentes de bancos o grandes corporaciones que han sido destituidos en todas partes en estos tiempos de crisis mundial. Algunos han tenido el descaro de otorgarse bonos millonarios antes de irse, pero se han ido en total desprestigio.  ¿Se puede uno imaginar a Dominique Strauss-Kahn que salió hace dos  años de la presidencia del Fondo Monetario Internacional siendo ovacionado en una plaza pública y rodeado de  los grandes ejecutivos como gran despedida antes de ir a la cárcel?

    Estamos sólo a unos cuantos días de que deje la oficina Joseph Ratzinger y se vaya de vacaciones. Será muy emotiva su última aparición desde el balcón del Vaticano, llegarán  de todas partes los ejecutivos que en la Iglesia se les dice jerarcas a despedirlo y agradecerle sus nombramientos. Los cardenales también doblemente agradecidos por formar una mayoría escogida por el mismo Ratzinger, estarán también en cuerpo pero con la mente en quién elegirán como el gran  ejecutivo de esa gran empresa que aun decadente,  diezmada y desprestigiada  todavía les genera muchos beneficios y reconocimientos. Elegirán al que les asegure que nada cambiará.

                                                                                                                                                                                            esparzacamargo@hotmail.com



([1]) ¨La primacía del sucesor de Pedro en el misterio de la Iglesia¨, L´Osservatore Romano, 18 de noviembre de 1998:5-6 (versión semanal en Inglés).
(2) Hans Küng, Libertad conquistada, Memorias, Editorial Trotta, 2004: 455.
 

martes, 29 de enero de 2013

La Francia neocolonialista de Florence Cassez


 

Manuel Esparza

 

Desde Tepepan hasta París Florence fue seguida de una turba de periodistas y cámaras de televisión. Fue llamativa la expectativa que causó su liberación y el interés del público francés por seguir paso a paso sus primeras declaraciones. Dos días después de su liberación, el viernes 25 de este interminable mes,  fue  recibida por el presidente  Hollande en el Palacio del Eliseo creciendo así  la polarización entre  seguidores de Sarkozy y los del mandatario que se atribuyen cada uno el mérito de haber logrado justicia para una compatriota en un país lejano envuelto en corrupción y asesinatos. Se celebraba la liberación, no su exculpación, a pesar que tanto ella como su abogado  Berton dijeran que la decisión de la SCJN era prueba de su inocencia.

             Cuando esos hechos sucedían en la capital de ese país, se llevaban meses y  semanas de que las Fuerzas Especiales de Francia estuvieran apoyando a los extremistas islámicos de Al Qaeda en Siria y más recientemente invadiendo territorio en Malí rico en minerales y gas. Ya todavía antes, los franceses se mostraron protagónicos en el derrocamiento de Gadafi en Libia agenciado por Estados Unidos y la OTAN, y más antes bombardeando Afganistán.  La Legión Extranjera  ya está ahora protegiendo los intereses franceses en la producción de uranio del grupo AREVA en Níger.

             Lo patético de la opinión pública francesa es que no le ha importado que su gobierno esté invadiendo de nuevo  las viejas colonias africanas, que la misma izquierda esté más interesada en que se legalicen los matrimonios homosexuales que en protestar porque su país que tanto celebra el secularismo, la separación entre iglesia y estado, esté apoyando a sicarios islamitas en el norte de África y Siria sabiendo que de ganar el poder impondrán la intolerancia religiosa como es el caso de Egipto con la Hermandad Musulmana y no menos en Túnez y Libia. Que esos grupos de oposición puedan asesinar a civiles impunemente sin que a nadie se le ocurra ver si se respetaron los derechos de las víctimas y si hubo ¨debido proceso¨ en las detenciones si es que las hubo, es condición aceptada de la misma intervención extranjera en defensa de sus propios intereses imperiales.

    Que en México puedan desaparecer miles de inmigrantes, que se les obligue a enrolarse en las mafias criminales, que se les esclavice sexualmente, son efectos de la política con  el ¨buen vecino¨ para evitar las migraciones centroamericanas recibiendo, en cambio,  compensación disfrazada con el Plan Mérida. Para lograr proyectos mineros, eólicos, hoteleros de canadienses, españoles y chinos, para privatizar las fuentes de energía, para  el tráfico de enormes capitales, se requieren gobiernos entreguistas como el nuestro  que faciliten el incumplimiento de leyes y tratados, que se ensañen contra la protesta ciudadana encarcelando a miles sin el ¨debido proceso.¨ Para que resulte eso, se necesita que en el país no haya separación de poderes, ni procesos electorales honestos. Por algo la bolsa de valores de México sigue teniendo records históricos: hay inversión extranjera a pesar de la rampante violencia. La razón es simple, mientras en China tuvieron que subir los precios de la mano de obra, México los ha mantenido ¨a niveles competitivos¨ y para facilitar aún más la voraz inversión los representantes del pueblo mexicano aprobaron una ley laboral a modo.

   Es sintomático de la situación descrita leer las reacciones dentro de México a cerca del caso de la Cassez. Ahora se  dice que la Suprema Corte puso el dedo en la llaga del sistema de justicia mexicano, que en adelante los policías van tener una cartulina colgada en el cuello donde pueden leer, a veces no muy fluidamente si no tiene primaria,  la lista de derechos de los que detengan, de lo  contrario pueden ser liberados como la Cassez. ¡Qué simulación! ¿Se puede uno imaginar a las grandes potencias imperiales advirtiendo a los países que invaden que primero les van a leer sus derechos? ¿Al millón de mexicanos expulsados cada año de Estados Unidos sin importar si dejan huérfanos a muchos ya nacidos allá, le leyeron sus derechos? Tanto a ese nivel como internamente en nuestro país para que el gran negocio funcione no puede ser justo, ni respetar derechos humanos. Se cuenta con los dedos de una mano los casos que la SCJN ha liberado presos alegando falta de debido proceso. Veremos cuántos miles de afectados van a invocar el mismo procedimiento que el de la Cassez y a cuántos discrecionalmente se les concederá.
Peña Nieto tiene abierto el camino en busca de más inversión y será recibido con honores en el Palacio del Eliseo, probablemente inviten a la muñeca Florence para que salgan ambas caritas  en la foto. (¿El caso de Florence hubiera tenido el mismo éxito si hubiera sido una señora prieta y chaparra, o una francesa pero de origen magrebí?). ¿Les importará a los funcionarios del gobierno de ese país que el huésped sea el cruel represor de Atenco, que haya comprado las elecciones con dinero ilícito, que haya protegido a su antecesor de la acusación de 75,000 muertos y la desaparición de 25,000 personas? No, no les va importar, pues como dicen en Colombia, entre bomberos no se pisan las mangueras.

Enero 29, 2013
esparzacamargo@hotmail.com