Carta a Don Franciso Bergoglio
Domicilio conocido
Ciudad del Vaticano, Roma.
Estimado Francisco, dispensa la
familiaridad pero como uno de los Antiqui
Societatis Jesu Milites me siento aún con restos del espíritu de Iñigo que
detestaba títulos y dignidades. La razón de esta misiva es muy simple:
invitarte a evitar ser manipulado por el presidente de facto de México que no
halla cómo convencer a la jerarquía mexicana para que apoye los proyectos de
leyes estructurales acordes al neoliberalismo rampante que sufre el país.
No necesito darte datos de lo que
significan esas reformas para el futuro de este país empobrecido y en vías de
serlo más. Ya los obispos te han informado en su reciente vista ad limina de la fallida guerra contra el
narcotráfico y de los altos índices de pobreza. Ha sido persistente la política
solapadora de las causas de los males, y a esa situación de silencio culpable
no pocas veces la Iglesia mexicana ha contribuido al no alzar su voz en contra en
espera de recibir beneficios y reformas legales
que la favorezcan. Las muertes iniciales de varias personas en Siria y
Venezuela movilizaron interesadamente fuertes reacciones mediáticas contra esos
gobiernos, pero en México las muertes arteras de indígenas, los 80,000 muertos
y los miles de desaparecidos que ha significado la corrupción a todos los
nieves por el tráfico de drogas no ha merecido de la jerarquía más que
pronunciamientos no comprometedores.
Estamos por ver si después de la visita
reciente de los obispos mexicanos estos van a responder a Peña Nieto el
documento que les envió y en el que espera tibias respuesta a sus reformas
estructurales si no es que apoyo decidido. Aquí viene mi sugerencia estimado Francisco.
Se dice que el presidente en turno de este país te va a ir a visitar. A nadie
se le escapa el significado de esa visita que será ampliamente difundida en
imágenes sugerentes. Muchos mexicanos quisiéramos ver que el Vaticano no se
preste a esa manipulación. Sugiero que le pospongas la visita al mandatario
manipulador hasta después que se haga una consulta popular sobre la reforma
energética, no antes. Verás cómo no aceptará, y eso confirmará para qué quiere
retratarse contigo.
Un abrazo,
Manuel Esparza
esparzacamargo@hotmail.com