Manuel
Esparza
Desde Tepepan hasta
París Florence fue seguida de una turba de periodistas y cámaras de televisión.
Fue llamativa la expectativa que causó su liberación y el interés del público
francés por seguir paso a paso sus primeras declaraciones. Dos días después de
su liberación, el viernes 25 de este interminable mes, fue
recibida por el presidente Hollande en el Palacio del Eliseo creciendo
así la polarización entre seguidores de Sarkozy y los del mandatario
que se atribuyen cada uno el mérito de haber logrado justicia para una
compatriota en un país lejano envuelto en corrupción y asesinatos. Se celebraba
la liberación, no su exculpación, a pesar que tanto ella como su abogado Berton dijeran que la decisión de la SCJN era
prueba de su inocencia.
Cuando esos hechos sucedían en la capital de
ese país, se llevaban meses y semanas de
que las Fuerzas Especiales de Francia estuvieran apoyando a los extremistas
islámicos de Al Qaeda en Siria y más recientemente invadiendo territorio en
Malí rico en minerales y gas. Ya todavía antes, los franceses se mostraron
protagónicos en el derrocamiento de Gadafi en Libia agenciado por Estados
Unidos y la OTAN, y más antes bombardeando Afganistán. La Legión Extranjera ya está ahora protegiendo los intereses franceses
en la producción de uranio del grupo AREVA en Níger.
Lo patético de la
opinión pública francesa es que no le ha importado que su gobierno esté
invadiendo de nuevo las viejas colonias
africanas, que la misma izquierda esté más interesada en que se legalicen los
matrimonios homosexuales que en protestar porque su país que tanto celebra el
secularismo, la separación entre iglesia y estado, esté apoyando a sicarios islamitas
en el norte de África y Siria sabiendo que de ganar el poder impondrán la
intolerancia religiosa como es el caso de Egipto con la Hermandad Musulmana y
no menos en Túnez y Libia. Que esos grupos de oposición puedan asesinar a
civiles impunemente sin que a nadie se le ocurra ver si se respetaron los
derechos de las víctimas y si hubo ¨debido proceso¨ en las detenciones si es
que las hubo, es condición aceptada de la misma intervención extranjera en
defensa de sus propios intereses imperiales.
Que en México puedan desaparecer miles de
inmigrantes, que se les obligue a enrolarse en las mafias criminales, que se
les esclavice sexualmente, son efectos de la política con el ¨buen vecino¨ para evitar las migraciones
centroamericanas recibiendo, en cambio, compensación disfrazada con el Plan Mérida. Para
lograr proyectos mineros, eólicos, hoteleros de canadienses, españoles y chinos,
para privatizar las fuentes de energía, para el tráfico de enormes capitales, se requieren
gobiernos entreguistas como el nuestro que
faciliten el incumplimiento de leyes y tratados, que se ensañen contra la
protesta ciudadana encarcelando a miles sin el ¨debido proceso.¨ Para que
resulte eso, se necesita que en el país no haya separación de poderes, ni
procesos electorales honestos. Por algo la bolsa de valores de México sigue
teniendo records históricos: hay inversión extranjera a pesar de la rampante
violencia. La razón es simple, mientras en China tuvieron que subir los precios
de la mano de obra, México los ha mantenido ¨a niveles competitivos¨ y para
facilitar aún más la voraz inversión los representantes del pueblo mexicano
aprobaron una ley laboral a modo.
Es sintomático de la situación descrita leer
las reacciones dentro de México a cerca del caso de la Cassez. Ahora se dice que la Suprema Corte puso el dedo en la
llaga del sistema de justicia mexicano, que en adelante los policías van tener
una cartulina colgada en el cuello donde pueden leer, a veces no muy
fluidamente si no tiene primaria, la
lista de derechos de los que detengan, de lo
contrario pueden ser liberados como la Cassez. ¡Qué simulación! ¿Se
puede uno imaginar a las grandes potencias imperiales advirtiendo a los países
que invaden que primero les van a leer sus derechos? ¿Al millón de mexicanos
expulsados cada año de Estados Unidos sin importar si dejan huérfanos a muchos
ya nacidos allá, le leyeron sus derechos? Tanto a ese nivel como internamente
en nuestro país para que el gran negocio funcione no puede ser justo, ni
respetar derechos humanos. Se cuenta con los dedos de una mano los casos que la
SCJN ha liberado presos alegando falta de debido proceso. Veremos cuántos miles
de afectados van a invocar el mismo procedimiento que el de la Cassez y a
cuántos discrecionalmente se les concederá.
Peña Nieto tiene abierto el camino en busca
de más inversión y será recibido con honores en el Palacio del Eliseo,
probablemente inviten a la muñeca Florence para que salgan ambas caritas en la foto. (¿El caso de Florence hubiera tenido
el mismo éxito si hubiera sido una señora prieta y chaparra, o una francesa
pero de origen magrebí?). ¿Les importará a los funcionarios del gobierno de ese
país que el huésped sea el cruel represor de Atenco, que haya comprado las
elecciones con dinero ilícito, que haya protegido a su antecesor de la
acusación de 75,000 muertos y la desaparición de 25,000 personas? No, no les va
importar, pues como dicen en Colombia, entre bomberos no se pisan las
mangueras.Enero 29, 2013
esparzacamargo@hotmail.com